Don’t Be Evil es un precepto muy fácil de cumplir cuando es uno el que define que es evil y que no; y que el principio de neutralidad de la red sea destrozado por Google acaba de tirar abajo a otro de los mitos de Internet, ya que esto es ser evil en todas sus formas.
El insigne comunicador argentino Mariano Amartino en cómo la evidente aparente preferencia de Google por un ISP (proovedor de servicios de Internet) particular en su país (remitirse a respuesta de Sebastián Delmont en el susodicho post) puede, de ser lo que se teme, un precedente muy peligroso para el resto de la Internet y la proclamada neutralidad de la misma.
No voy a ser yo el que despotrique contra Google y todos los que le admiran, si yo mismo (y prácticamente todos los usuarios de Internet) dependemos en bastante medida de sus servicios de correo electrónico, RSS, búsqueda y todas esas cosas. Intentemos concebir una red mundial sin las prestaciones de Google que, sin darnos cuenta, utilizamos todos los días. ¿Difícil, verdad?
Pero a la vez debería hacernos pensar si con tanta adulación y el poner a la compañía de Mountain View en un pedestal permanente, hemos terminado por darles más poder de lo que nos conviene.
¿Un signo de lo que está por venir en Internet, o no es aún hora de sacar las cacerolas virtuales?
Actualización: A modo de bis y con más información mediante, Mariano nos aclara que todo se debió a, básicamente, un comunicado de prensa pésimamente redactado. No es ni de lejos el primer exabrupto en Internet que se lleva a muchos en banda, ni será el último, y aparentemente Google sigue siendo para felicidad del mundo el buen vecino incapaz de hacer daño a nadie.
Aunque estos nuevos desempleados nos digan lo contrario…
Esta publicación y sus contenidos son © 2008 Alberto Gonzalez, a menos que se mencionen otras fuentes.
Publicado bajo Licencia Creative Commons | Enlace permanente | 4 opiniones
Agregar como enlace en del.icio.us
Publicación etiquetada como: 2008, google, Internet, neutralidad, tecnologia
Feed enhanced by Better Feed from Ozh